El mundo entero se detuvo por un tiempo cuando la pandemia por COVID 19 fue anunciada, el año 2020, uno que todos recordaremos pero que al mismo tiempo marca un antes y un después en diversos ámbitos de nuestras vidas, desde lo personal hasta lo laboral.
Si bien el mundo vivió un aislamiento era necesario continuar, los negocios y empresas se vieron en la necesidad de adaptarse al mundo tecnológico, mismo que implicó que miles y miles de personas comenzaran a realizar sus labores de manera remota desde sus casas. Ciertamente desde antes de la pandemia por COVID 19 el trabajo remoto ya existía, pero se vió maximizado con la situación actual, los famosos nómadas digitales ahora eran una comunidad en crecimiento.
Pasamos un par de meses en casa, momentos críticos pero también de crecimiento y unión entre la sociedad, poco a poco ciertos países fueron controlando los contagios permitiendo a sus habitantes regresar a realizar diversas actividades pero con medidas sanitarias. Las fronteras comenzaron a aperturarse y gran cantidad de personas ansiosas por disfrutar de la vida se aventuraron.
Gente de todos los rangos de edad contaban con trabajos remotos, viendo esto como una oportunidad, llevándose el trabajo con ellos y una maleta a recorrer el mundo. México al ser uno de los primeros países en abrir sus fronteras comenzó a recibir personas de todas partes del mundo, que no precisamente buscaban un lugar para vacacionar, sino para establecerse por un tiempo.
La economía comenzó a reactivarse, con una alta demanda por rentas a mediano y largo plazo. Lugares como Playa del Carmen y Tulum que recibían a nómadas digitales por temporadas ahora les daba la bienvenida a su nuevo hogar. La Riviera Maya se ha convertido en el paraíso de los nómadas digitales, ciudades con buena infraestructura pero al mismo tiempo pequeñas con todo a su alcance, rodeados de naturaleza y un sin fin de actividades recreativas, donde los inversionistas se han vuelto conscientes de ésta situación mejorando y enfocando el desarrollo de éstas ciudades hacia el mundo digital.
Ahora vemos esa mezcla de culturas en las calles de Playa del Carmen o Tulum, generando trabajo y adaptándose a lo que llamamos la nueva normalidad.
Si piensas invertir nos encontramos en un momento de oportunidad, con alta demanda en el sector inmobiliario.